Viñetas

A Paula Julieta

Por Miguel Jaimes. Viejas paredes hechas sobre bases alineadas de rocas, ladrillos, pedazos de tejas y cascajos, unidos a mezclas de recuerdos con tierra zurroneada, limpiecita para ser adosada, apelmazada y golpeada hasta quedar compacta. Alimentada con pasto picado y la fe en los tiempos, hacen descansar vetustas tapias formadas para sostener el calor de habitantes escurridos en los tiempos.
Lluvias, soles, caniculares, equinoccios y entierros de morocotas detrás de viñetas, escondidas por secretos de muertos deseosos de hacer pacto para ir a descansar en espacios escondidos tras La Mucuy.
Eternas tapiales moviéndose formando barrigones en las partes bajas de sus zócalos pintados. Friso sobre parapetos arropados con grandes tobos de pintura blanca en agua de cal, sal y cactus floridos. Blancos puros quedados en tiempos de eternos retratos de Doña Eloísa.

Cuadros bordados entre decorados dibujos unidos al polvo de líneas doradas, envejecidas por trapos inundados de líquidos que cambiaban colores sobre finas maderas parecidas a hierbas de abril con su luna después de una Semana Santa confusa.

Fotografías descansando sobre recuerdos de antepasados lejanos. Hombres de prudentes trajes con corbatín y frac. Una mujer disimulada vestida con ropajes vaporosos de armadores que escondían sus enaguas y un lazo azul sostenido por sus cabellos y abuelos intocables de sombreros y bigotes vivos.

Cuadros ausentes de silencio, obras que emanan suspiros, respetos y jerarquías. Abrigadas entre vidrios redondos, ovalados, piezas únicas que sucumben ante la mirada de extranjeros ofrecedores de fortunas escasas.

Descansaderos de paso sobre pasillos transitados entre conservadoras señoras y alegres conchabados que pasaban persignándose por entre altares de santos olvidados y velones defendiéndose del aire. Quietos horcones sostenidos en el crujir, vestidos por tejas enmohecidas y protegidos por muros de tiempos antiguos, adornados entre viñetas bajó las memorias de miradas con sonrisas pálidas de gustos arreglados.

La Mucuy 

lamucuyandina@gmail.com

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