A los siete de Lucia Gabriela
Por Miguel Jaimes. Junio nos sorprenderá con el solsticio de verano y días después la luna será inmensa en honor a las lluvias que están por llegar con los tambores de San Juan. Pero justo cuando arribe llena se estarán dando las mejores recolectas de fresas, razón por la cual el astro nocturno llevará el nombre de la fruta misteriosa.
Quienes bajaban desde la Sierra Nevada llegaran hasta espacios donde descansaban secretos descuidados de habitantes misteriosos de una gran Mucuy. Pobladores caracterizados por ser silentes, mágicos y traviesos, quienes sacaban desde sus bolsos de cueros secos hierbas, pócimas y embrujos hilvanados de antigüedades.
Pero justo antes de finalizar el mes de junio la luna dará gigantescos alumbramientos, desde las curvas de Mucusiri y Los Sauces, después de hacer aparecer la media noche de un fin de semana poco lluvioso, llegaran unos vientos pálidos con olor a fresas.
A un lado de flores y tallos largos de árboles custodios, saldrán néctares que darán los acabados a varios toneles de miel los cuales aguardarán desde panales a punto de estallar. Este dulce bendecirá la presencia de anillos capaces de mantener compromisos protegidos por dos.
Varias rejas abiertas buscarán darle un mensaje a una mujer pálida. Una abuela de recuerdos de la cual se creyó había partido merodeara alturas sagradas, aún no podrá alzar el vuelo, tiene cosas pendientes por cumplir a las cuales deberá asistir.
La anciana preparará una boda esperada, guardada desde hace décadas. Habrá dos asistentes y una tormenta de memorias. La luna será calentada por unos leños y quedará bronceada, vestida para ser la madrina de aquel evento.
Ella contará historias de silencios justos, cuando desde los días no marchados vayan convirtiéndose los perdidos cielos en protegidos palacios de sueños, haciendo de la libertad un universo de encuentros.
La veterana bajará y desde dedos temblorosos alisará arrugados recuerdos, rejuvenecerá esperanzas y bendecirá las ilusiones iniciadas desde un inocente mensaje de una tarde que aún no acabará con junio.
La Mucuy
No hay comentarios.:
Publicar un comentario