¿Cómo están las aguas del río Milla?

Por Alfredo Portillo. En el año 2006, la joven estudiante de la Universidad de Los Andes, Yesenia Infante,  presentó el trabajo de grado intitulado  “Diagnóstico de contaminación y propuesta de saneamiento del río Milla, municipio Libertador, estado Mérida, Venezuela”, para optar al título de Geógrafa, cuyos aspectos más importantes se presentan en este corto escrito.
Las aguas  del río Milla tienen su origen en la Sierra La Culata y dibujan luego una cuenca al noreste de la ciudad de Mérida que tiene  un área de 891 ha, siendo tributarias del río Albarregas, el cual es a su vez tributario del río Chama.
Para realizar su diagnóstico la joven Yesenia Infante recolectó muestras de agua en los siguientes puntos: 1. Cascada Chorros de Milla; 2. Puente Hotel La Terraza; 3. Puente Restaurante Tia Mila; 4. Puente entrada Barrio Andrés Eloy Blanco; 5. Puente peatonal Parque La Isla; 6. Antes de la confluencia con el río Albarregas.
Los resultados arrojados por el diagnóstico indican lo siguiente: En el Punto 1 la contaminación es mínima ya que la cuenca no está intervenida aguas arriba; en el Punto 2 la contaminación aumenta debido a los desechos sólidos y líquidos provenientes del lavado de jaulas de animales del Parque Chorros de Milla, los desechos arrojados por autolavados y por la población residente cercana.
En el Punto 3 la contaminación aumenta aún más debido a la gran cantidad de descargas residuales domésticas y comerciales en esta área, vertederos de desechos sólidos y aguas provenientes de los puntos anteriores; en el Punto 4 la polución es muy alta producto de las descargas provenientes de La Calera, Los Pinos, El Amparo, La Providencia e instalaciones de la Universidad de Los Andes.
Finalmente, en el Punto 5 la contaminación alcanza un nivel crítico debido a las descargas provenientes del Barrio Andrés Eloy Blanco y por acumulación de las aguas anteriores; y en el Punto 6 se observa una recuperación por oxigenación, debido a que no hay importantes agentes contaminantes. En conclusión, vale la pena preguntarse, seis años después, en caso de que no se hayan implementado  efectivas acciones de saneamiento, ¿cómo están actualmente las aguas del río Milla?

alportillo@ula.ve

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