Foto cortesía Aguas de Mérida |
Por Alfredo Portillo. Una de las ciudades de Venezuela, acerca de la que posiblemente existen más aportes en términos de diagnósticos y propuestas de solución a sus problemas, es Mérida. Esto es debido al funcionamiento en la misma de varias instituciones educativas universitarias, entre las que figura de manera destacada la Universidad de Los Andes. Innumerables artículos científicos, tesis de grado e informes de pasantía y servicio comunitario, han sido elaborados por quienes han hecho y hacen vida universitaria en la ciudad de Mérida.
Un estudio de mucho interés fue el realizado hace algunos años por varios investigadores (Espinosa, Vivas, Ramírez y Jürgenson), el cual tiene que ver con la vulnerabilidad sísmica del acueducto de la ciudad de Mérida, que obliga a plantear la pregunta de lo que le ocurriría al sistema de abastecimiento del que se surten de agua potable los citadinos merideños, en caso de que se produzca un sismo igual o superior a los 7 grados en la escala de Richter.
En el mencionado estudio los investigadores señalan que la ciudad de Mérida se encuentra en riesgo inminente, debido a que se localiza cerca de la traza de la Falla de Boconó, el rasgo estructural más importante de la región de Los Andes Venezolanos y sísmicamente activa, por lo que toda la infraestructura de la capital del estado Mérida está propensa a ser afectada por un sismo de tal magnitud.
Con relación a la vulnerabilidad del acueducto de la ciudad de Mérida, uno de los resultados del estudio indica que el área que ocupa la Planta Potabilizadora Dr. Enrique Bourgoin, ubicada en el sector El Vallecito, está contenida dentro de los tres corredores sísmicos definidos, así como los tanques de almacenamiento ubicados en la Avenida Tulio Febres Cordero y en el sector de La Vuelta de Lola. Adicionalmente, se señala que, desde el punto de vista de la microzonificación sísmica, aparecen como puntos críticos los tanques de almacenamiento Los Corrales y Los Curos, la distribución principal hacia la margen izquierda del río Albarregas y la conducción-captación del río Albarregas a la Planta Potabilizadora Dr. Eduardo Jáuregui.
Lo anterior indica entonces que, ante la ocurrencia de un evento sísmico de gran magnitud, se puede decir que el acueducto de la ciudad de Mérida literalmente colapsaría. La pregunta que hay que hacerse en este momento, es si las autoridades y organismos que tienen la responsabilidad de abastecer de agua potable a los habitantes de la ciudad de Mérida, están conscientes de la situación planteada, y si están trabajando en la formulación de planes y proyectos para lidiar en escenarios de crisis.
alportillo@ula.ve
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