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viernes, 27 de junio de 2014

El mordisco de Luis Suárez y el código de ética de la FIFA

Por Alfredo Portillo. La FIFA, el organismo que rige el deporte del fútbol a escala mundial, ha tomado la decisión de penalizar al jugador uruguayo Luis Suárez, por haber mordido en el hombro izquierdo al jugador italiano Massimo Chiellini, durante el partido de la primera ronda entre la oncena uruguaya y la oncena italiana, en el marco del Campeonato Mundial de Fútbol que se realiza en Brasil. La severa sanción impuesta a Suárez implica su suspensión por nueve partidos oficiales con la selección uruguaya y su impedimento de realizar, durante cuatro meses,  cualquier actividad relacionada con el deporte rey.
La verdad es que la FIFA, con esta decisión, lo que ha hecho es simplemente leerle  la cartilla de su código de ética a Suárez y recordársela a cualquier otro jugador de fútbol, para que no  se violen las normas establecidas. Es decir, la FIFA está recordando que durante el desarrollo de un partido de fútbol, los jugadores no pueden usar recursos como el morder a otros jugadores, ni nada que se salga de las prácticas normales. La FIFA está recordando que los jugadores de fútbol sí pueden, por ejemplo, golpear con la cabeza a otros jugadores, o golpear   fuertemente con el codo en la cara de otros jugadores, hasta hacerlos sangrar por los ojos. También, de acuerdo con el código de ética de la FIFA, los jugadores de fútbol, en medio de la fogosidad del juego, pueden perfectamente golpear a otros jugadores, lanzándoseles a las piernas para fracturarles  los tobillos, las tibias o las rodillas, ya que, a lo máximo, sólo serán expulsados del partido en curso. Además, la FIFA no ve con malos ojos el que los jugadores de fútbol, como gladiadores modernos, sean sometidos a exigentes prácticas de entrenamiento, a riesgo de que caigan fulminados en medio del  campo, producto de un infarto o de un paro respiratorio. ¡Que el juego continúe!
alportillo@ula.ve

lunes, 16 de junio de 2014

El ornato… campo de guerra

Por: Adelfo Solarte. Me han dicho que en la ciudad de Mérida se empieza a librar la mejor de las batallas, una en la que no hay muertos ni heridos, ni muchos menos destrucción y caos. Todo lo contrario: es la batalla de la eficiencia en la atención de los espacios públicos. El ornato… campo de Guerra
Los ejércitos: por un lado la Alcaldía de Libertador, quien tiene  al frente al joven Carlos García, responsable de atender a la ciudad de Mérida en sus requerimientos de limpieza y ornato. Por el otro lado: la Gobernación del estado Mérida, encabezada por su titular, el gobernador Alexis Ramírez, claramente preocupado por demostrar que a través de la acción de organismos como Cormetur, se puede lograr que los ciudadanos vean quien trabaja y quién no.
Esta misma semana, en una conversa informal, el propio alcalde García me lo confirmaba: “Bueno, yo no sé si hay una batalla pero he notado que junto a los operativos y acciones de recuperación que emprendemos en la Alcaldía, casi siempre aparecen cuadrillas de la Gobernación haciendo un trabajo en la misma zona”.
Episodios de esta guerra afortunada, los hemos visto en la avenida Gonzalo Picón Febres. Allí, la Alcaldía efectuó un trabajo en tiempo record, de recuperación de la intersección con la calle Los Eucaliptos, frente al Mercado Periférico. Por su parte, la Gobernación sembró de plantas ornamentales, limpió y recuperó la llamada isla central de esa histórica avenida, una de las primeras de la ciudad.
¿Qué motiva a dos entes a enfrascarse en una demostración de quien trabaja más que el otro? Evidentemente la opinión pública. Es decir, ambas dependencias del poder – la una municipal, la otra estadal – buscan dejar en claro ante los ojos de los ciudadanos quién se está ocupando del trabajo, en un intento por crear un mecanismo de comparación que evidencie las deficiencias del otro. Y nada mejor que la calle para hacerlo.
Claro, puede ocurrir que éstas sean sólo especulaciones y en el fondo cada organismo simplemente esté obrando con seriedad ante sus responsabilidades.
Sea como fuere, lo interesante es que en cuestión de un mes la ciudad empieza a mostrar unos cambios evidentes en cuanto a mejoras en la limpieza de calles y avenidas, pintura de paradas, mantenimiento de áreas verdes y plazas, entre otras intervenciones que se agradecen.
De todas formas, de que exista un mano a mano entre una alcaldía y una gobernación no es cosa extraña en Venezuela. Podemos citar muchos ejemplos de estas batallas por el orden, el ornato, la eficiencia que se han protagonizado en distintos estados del país e incluso en la capital donde se mezclan acciones directas del gobierno central.
Un caso emblemático ocurrió desde mediados de la década de los noventa y durante 10 años sostenidos en la ciudad de Maracaibo. Alcaldía y Gobernación desplegaron sus mejores armas para  ocuparse de los espacios públicos y, en cuestión de pocos años, convirtieron a la Ciudad del Sol Amada en una tacita de oro.

¿Podemos estar en presencia de un escenario similar en Mérida? No tengo la respuesta pero, les juro que desearía que las exhibiciones de acciones públicas y de eficiencia se prolongaran por años. Y que gane el mejor…

viernes, 13 de junio de 2014

Pléyades

Al sueño de un Padre.
Por Miguel Jaimes. Los bólidos de las Pléyades provienen del sacrificio de cientos de palomas. Una a una salieron en formación con la intención de poder conformar doce, a fin de homenajear a los meses del año, pero cinco de ellas se cayeron quedando solo siete. Entonces fueron dedicadas a los días de la semana y así se les conoce como siete hermanas, cabrillas o cabrillos.
Para sentirse protegidas pasan a un lado del velo de la antigua constelación de Tauro. Este grupito de jóvenes estrellas van juntas pero permanecen a años luz del alcance de un ser humano; solo aquel que logre tocarlas cambiará el amor en la tierra de millones de humanos y las cosas de este sentimiento podrían ser otras.
Son las estrellas más grandes y brillantes de la multitud, color blanco azulado y cerca de cinco veces más grandes que el sol. Están encargadas de calibrar las distancias entre el acercamiento de los buenos, hoy muy distantes pues la tierra —para huir de las guerras— aceleró su movimiento y dejó a las Pléyades fuera de su alcance; todas se estrellaron y la vida en la tierra cambió demasiado rápido.
Por ello su distancia se desconoce y su efecto aún no puede ser alcanzado. Las nuevas se reunieron en un grupo de quinientas estrellas azules y solo siete de estas pueden ser vistas.
Entonces sus vidas han quedado reducidas a polvo del cual se espera que en este momento esté cayendo para ser absorbido por miles. Las primeras arenas se depositaron en altas lagunas y muchos han de tener que viajar hasta lo más alto de las montañas para poder beber el efecto deseado. Allí arriba se han reproducido por miles y aguardarán la celebración de las futuras visitas. 
Ellas anuncian días invernales, tristes, pero la fórmula será rota cuando un hombre logre tocarlas, pudiendo romper el maleficio de una soberbia que acabó con la vida de cientos de guerreros cuando estos viajaron hasta más allá del cielo para convertirse en el polvo del corazón.  
Muchas de ellas se espera que caigan sobre mercados, pues las asocian a la vida de los lugares donde conversan todos inundados de sabores, colores y recetas de viejísimas comidas.
Columna La Mucuy 
@migueljaimes2
Skype: migueljaimes70


martes, 10 de junio de 2014

Inventario vial… en rojo

Por Adelfo Solarte. Una de las evidencias de que  las ciudades crecen y se desarrollan la podemos encontrar en sus calles y avenidas.
He visitado pueblos en Venezuela, en los que solía pasar las vacaciones de mi infancia y me sorprendo de que las mismas callecitas por la que corríamos alegres tras un balón, sean las mismas que en aquel tiempo.
Por el contrario, algunas ciudades lucen irreconocibles: hay puentes, elevados, viaductos, nuevas avenidas, calles ampliadas y, en fin, toda la infraestructura que delata que estamos en presencia de una ciudad viva. Creo que Barquisimeto, Maracaibo y Valencia muestran algunos de estos rasgos positivos aunque, de seguro, no en la proporción ni en la magnitud que los habitantes de esas urbes desearían.
En el caso de Mérida hay buenas y malas noticias en este tema del desarrollo vial. Una amiga, que se fue a los Estados Unidos alrededor de 2005 y que en diciembre pasado regresó de visita por unos días a Mérida, quedó gratamente sorprendida de los cambios que observó en su recorrido desde Ejido a Mérida, en especial por las transformaciones urbanas generadas por el sistema de transporte masivo.
Le expliqué a esta amiga que la construcción del Trolebús había alebrestado las lógicas polémicas que las grandes obras de infraestructura suscitan entre los habitantes de las ciudades, y que había personas que deploraban los efectos que el trole acarreó a avenidas como a la Andrés Bello. Le dije que, sin embargo, otros consideramos al trole una obra que puede deparar muchos aspectos positivos para Mérida y que aún falta por alcanzar el ideal de “sistema” que la obra prometió para, solo así, ponderar el impacto que tendrá para la ciudad.
Lo que quiero apuntar es que si bien es cierto que en Mérida es larga la lista de obras viales necesarias y urgentes que le faltan al inventario urbano, también es cierto que en comparación con muchas otras ciudades del país, la nuestra ha sido una urbe con cambios evidentes en parte de su trama vial, fundamentalmente por el impacto que el trolebús ha generado. En pocas palabras, sino fuese por el trolebús Mérida mostraría casi un nulo avance en materia de evolución de su oferta de calles y avenidas.
De esa lista de las calles que nos faltan, destacan algunos proyectos que, como era de esperarse, se comenzaron a ejecutar y un buen día fueron entregados a ese dios que nos gobierna que es la falta de continuidad administrativa.
Por ejemplo: la perimetral sur, una vía a manera de variante, que partiría de la entrada sur de Ejido (más o menos frente a Makro, en Pozo Hondo) y que, trazada en paralelo al río Chama, desembocaría en Tabay, enlazando con la Trasandina. Es decir, permitiría llegar a la vía hacia el Paramo sin pasar por el centro de Ejido ni por la meseta de Mérida.
Otra obra: el viaducto norte de la Vuelta de Lola. Aunque poco publicitada, los últimos gobernadores han anunciado en algún momento que se ocuparían de este sistema de vías que permitiría ingresar a la ciudad sin pasar por Mucujún ni tener que enfrentar el minúsculo espacio de entrada y salida frente a la sede de Tránsito Terrestre. Se trata de una obra compleja pero necesaria.
Sobre lo anterior Vicente Alarcón, de la Dirección de Infraestructura de la Gobernación del estado Mérida, recientemente explicó que la obra en cuestión es un elevado, denominado Cinco Águilas Blancas, en la zona norte, entrada a la ciudad de Mérida por el sector La Vuelta de Lola, cuya inversión es de 82 millones de bolívares, “y el cual se iniciará en aproximadamente 15 días, una vez se cumpla el proceso de licitación y contratación de la empresa que la ejecutará; el mismo tendrá una longitud de alrededor de 200 metros”.
Una tercera obra que se  cuenta en la lista de las urgentes es el sistema de elevados para al menos tres nudos críticos de la ciudad: Pie del Llano, Las Américas con Calle 26 y Las Américas con Los Próceres.
Esperemos que la actual gestión pueda entregar al menos una de estas grandes obras. Sería un gesto para la ciudad que crece. 

Taza por Miguel Jaimes

Por Miguel Jaimes.Viejas tazas de peltre que en sus orillos guardaban sueños de los labios de viejas inocentes. Jícaras inundadas de café hirviendo, más leche con sauco para controlar las flemas y la tos envejecida por aquellos días de heladas no tan inconclusas. Tazones rebosados de cacao cocido cuyos chocolates intentaban detener el frío en los vientres de carajitas recién desarrolladas.
Por eso hubo pocillos eternos, otros intocables y algunos más envejecidos que el tiempo de sus dueños, al morir, los dejaban como herencia a cercanos seres queridos. Sus orillos quedaron manchados por el tiempo y muchos de ellos quedaban asignados. Otros tenían el nombre de sus dueños.
Algunos familiares habían partido con el descubrimiento de los años dejando el tazón dentro de eternas despensas, allí permanecía por años hasta que el tiempo los hacía regresar, y sus dueños volvían a calentarlos haciendo que sus asas se tranquilizaran pues las ñemas de sus dedos las extrañaban.
Aquellas tacitas fueron de colores verdes, rojos y blancos con bolitas esmaltadas, sentidas en el tacto de los dedos, acariciadas una a una, conocidas en sus partes y por los lados que estaban averiadas se convertían en las compañeras de noches de los tiempos difíciles, cuando las fiebres delirantes tomaban a sus dueños. Incluso hubo quienes fallecieron con las vasijas en sus manos, quedaban tibiecitas cuando el cuerpo se congelaba y petrificaba los sentimientos más guardados.
Fueron tazones que diariamente soportaban guarapos, té, infusiones y ramas. Recibieron migas de pan y escucharon el ruido de paquetes inflados de galletas tostadas con sal. Sus fondos eran raspados y revueltos por patronos que deseaban sacarles líquidos escondidos y pedazos humeantes del pan perdido.
Tazas desportilladas, puestas sobre hornillas, calentadas entre topias, resistieron cuentos y avatares de sus dueños. En ellas quedaba la vida diaria. Su presencia era esperada, cómoda, daba tranquilidad y después —con el tiempo— las ponían a descansar como cachuchas sobre estacas que resistían falsos amarrados con alambres de púas y en los mata ratones que dividían los campos de sus parientes.
Columna La Mucuy
@migueljaimes2
Skype: migueljaimes70


miércoles, 4 de junio de 2014

Colectivo Fuga Muralista celebra su primer Aniversario

El Colectivo Fuga Muralista celebra su primer Aniversario y en el marco de esta fecha y con una visión de trabajo colectivo cada vez más definida, el Colectivo Fuga Muralista no sólo se ha empeñado en recuperar los espacios urbanos de diferentes ciudades de Venezuela, sino también en encender el cambio dentro de las comunidades a través del poder del arte muralista.
Colectivo Fuga Muralista celebra su primer Aniversario. Lo que comenzó como una asociación en defensa del legado del Comandante Chávez; es hoy en día un equipo multidisciplinario de artistas, diseñadores, arquitectos, cineastas y productores, que como colectivo muralista han intervenido más de 8.200 mts2 de paredes. Este legado refleja su misión de crear arte que transforme el espacio público y la vida individual de todos aquellos quienes se involucren.
Es por esta razón, que en el marco de su primer aniversario, el colectivo tiene previsto celebrar al mejor estilo FUGA, realizando por primera vez un taller introductorio sobre el trabajo que más aman y disfrutan: el Arte Muralista. En este taller abordarán como temática una breve reseña sobre el muralismo como ideología, la composición y el espacio público, así como los principios del diseño mural. También realizarán un conversatorio sobre la importancia de crear la identidad muralista venezolana del siglo XXI. 
Por último, el domingo 08 de junio a partir de las 10:00 am, efectuarán la recuperación del "Mural del Comandante de los Pueblos", ubicado en la Av. 5 con calle 24. Ese mismo día, se otorgarán reconocimientos a quienes han aportado toda su creatividad, su talento, pasión, compromiso y apoyo para con el Colectivo FUGA Muralista a lo largo de todo este año. "Estas actividades buscan comunicar en lo que andamos, hacia dónde andamos y qué es lo que viene… porque viene mucho" agregó una de las integrantes del colectivo. 


Fuente. Prensa Colectivo Fuga Muralista

lunes, 2 de junio de 2014

Colombia pedalea hacia la paz

Por Alfredo Portillo. Colombia pedalea hacia la paz. Después del rutilante éxito de los ciclistas colombianos que participaron en el recién finalizado Giro d’Italia, Colombia, el país todo, se prepara para disputar una nueva etapa, tal vez más difícil, incluso, que todas las etapas que conformaron esa exigente competencia deportiva realizada en tierras italianas. Se trata, en este caso,  de la carrera que debe llevar a Colombia a conquistar la tan ansiada paz, algo que depende del buen resultado que tengan las  conversaciones que en estos momentos se adelantan en La Habana (Cuba), entre representantes del gobierno que preside Juan Manuel Santos y miembros de las FARC-EP. Ya Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Julian Arredondo, Fabio Duarte, entre otros formidables ciclistas, pusieron muy en alto el pabellón tricolor colombiano. Falta ahora que el pedaleo continúe su ritmo hasta alcanzar la paz.
Sin embargo, el pedaleo hacia la paz tiene ante sí dos escollos muy importantes: en primer lugar, las elecciones presidenciales de segunda vuelta que se realizarán el próximo domingo 15 de junio, en las cuales los colombianos escogerán entre Juan Manuel Santos (partidario del diálogo y de la paz) y Oscar Iván Zuluaga (quien sostiene la tesis del no-diálogo y de buscar la derrota militar de las FARC-EP). En segundo lugar, las difíciles condiciones socioeconómicas por las que atraviesa Colombia, que lo hacen ser uno de los países del mundo con mayor desigualdad en el acceso a las tierras; con una Población Económicamente Activa que ronda los 22 millones de habitantes, de los cuales 14 millones se desempeñan en la economía informal y 8 millones perciben menos del salario mínimo; con el 43 % de la población total en condiciones de pobreza extrema, y con más de 5 millones de desplazados. Una situación socioeconómica sencillamente explosiva. Así que, el pedaleo tiene que ser muy fino, a lo Nairo, a lo Urán.

alportillo@ula.ve

No toda moto mata

Por Adelfo Solarte. No toda moto mata. Pese a que algunos de mis amigos dicen estar hastiados de la presencia de motorizados – y se enfurecen cuando en las esquinas o frente a los centros comerciales ven amontonadas decenas de motos – en lo personal no tengo ningún sentimiento en contra de las motos como vehículo.
Estar en contra de las motos (de la máquina) es como estar en contra de los cuchillos. Un cuchillo, su existencia, no implica necesariamente que su destino será, de forma inexorable, la garganta o el pecho de algún desafortunado, como tampoco una moto significa que su poseedor es una persona con intenciones de chocarnos o robarnos. Como decía mi difunta abuela: “una cosa no lleva a la otra”.
Lo que sí está claro es que mientras más motorizados perciban que tienen puerta franca para cometer ciertos excesos por las calles, avenidas, aceras y hasta plazas de la ciudad, seguirán aumentando su influencia en la mala vida que ahora nos toca vivir en los espacios públicos.
Es decir,  si las condiciones sociales, institucionales, de gobierno, lo permiten, la moto - como máquina - será usada como el criminal que usa el cuchillo para delinquir.
En el fondo no es, pues, la moto e incluso tampoco el motorizado,  los responsables del caos (aunque suene desconcertante decirlo de este modo) sino las condiciones urbanas creadas que llevan a que tales niveles de incivilidad se perciban en el tránsito de las ciudades venezolanas, Mérida incluida de forma cada vez más protagónica.
Debe sumarse, adicionalmente, una extraña y a veces injustificada empatía política entre los motorizados organizados, y ciertos sectores del gobierno central,  relación que parte de la premisa de que mientras más libertad (libertinaje) se permita entre los motorizados, más apoyo político ganarán los que ostentan el poder. Allá ellos con sus relaciones en las que, si a ver vamos, no gana el pueblo, sino ciertos sectores que imponen su postura- en este caso una evidente anarquía vial – sobre los demás.
El tema de los motorizados debe estar en las discusiones urbanas del momento porque constituye un factor determinante de las relaciones actuales y futuras en el espacio público.
Para no ir muy lejos, en algunos conjuntos residenciales, donde funciona la figura de condominios, uno de los temas que toma forma en las conversaciones de los copropietarios es el relacionado con la motos, su ubicación y disposición, en espacios construidos hasta hace un par de años, para vehículos. Ahora, en no pocas residencias, varios copropietarios hablan de cómo colocar las motos en sus puestos: si delante del carro, si atrás o si a los lados. O si las motos deben ir en otro lado…
Si eso es así en los espacios residenciales, en la ciudad el debate es igual, o debería serlo.
Es decir, se debe discutir el papel de la moto y por ende del motorizado en la trama de la ciudad.
Hay varios aspectos a considerar para este tema: todo el mundo es libre de tener moto, así que cualquier intento por ir en contra de los deseos de alguna persona de poseer su moto es, de entrada, inconveniente y atenta contra la libertad de cada persona de comprar el vehículos que le venga en gana (carro, moto, bicicleta, caballo, etc.)
Otra cosa: todos pueden tener más de un vehículo. Aquel que tiene un carro, puede, si ese es su antojo o necesidad, comprase una moto.
Tampoco estoy de acuerdo con regulaciones extremas como aquella que limita a un pasajero por moto: ¿Qué decir de las cientos de madres que ahora pueden buscar a su hijo en el colegio con más comodidad y rapidez?
Pero por otro lado están las evidencias de un problema mayúsculo generado por el uso de las motos en ese ambiente de “dejar hacer, dejar pasar” que se ha construido gracias a la falta de acción gubernamental, de los organismos y, porqué no, de la poca reflexión ciudadana.
Allí están las revelaciones del Ministerio del Interior, Justicia y Paz, que indican que el 70% de los delitos urbanos son cometidos por personas que se desplazan en pareja y en moto.
Ni que hablar de los accidentes viales: hasta un 80% de los traumatizados en los hospitales son motorizados.
Lo cierto de este panorama es que ante la crisis económica y el deterioro de la capacidad adquisitiva de  muchas familias, la moto se asoma como un medio de transporte al alcance de quienes no pueden aspirar a un vehículo, de esos que no existen en los concesionarios.
Añádale usted las cada vez más precarias posibilidad de transito en las ciudades y tendrá mayores justificaciones para que la moto termine apareciendo como la extraña de la película.
Y lo otro, y que es lo que por cierto le da título a este escrito, es el anuncio que hizo el Ministerio del Poder Popular para Industrias de aupar la producción de motos de la empresa Bera, de 548 motos diarias a por lo menos mil 200 por día, con la idea de llegar a 2 mil diarias en un mediano plazo.
Vienen más motos y por ende deberían venir más discusiones para que las motos no sean un cuchillo para nuestras gargantas.
Visita el Blog de Adelfo Solarte: Mi Ciudad. En Facebook en Adelfo Solarte y síguelos en Twitter en @adelfosb


Cuidar la Creación desde la Ciudad: Misión Humana. Parte 2

Por MSc. Marlene Morales Sueke. Una vez me dijo el Anciano Uitoto Don Víctor Martínez, del Amazonas colombiano: “Uds. También tienen su historia sagrada, deben estudiarla y narrarla cada día, como nosotros hacemos en las noches. A Uds. también El Creador les dijo cómo comportarse.” Si. Es cierto. El Dios que dialoga a través de la Creación toda, Dios Creador de la Belleza visible e invisible, Dios de la Palabra Creadora: El sexto día creó al hombre y la mujer, a Su imagen y semejanza, “procread y multiplicaos.” (Gn 1,20-2,4). . . Y dijo: Sean señores de los animales que he creado y sobre todo cuanto vive sobre la Tierra. . . Nos dio entonces las semillas para cultivar y que sus frutos nos sirvieran de alimento. . .
Si aún nosotros y los gobiernos, seguimos sin tener claro qué significa ser Señor, y decidimos que domini: es dominar avasallando a los otros seres de la Creación, continuaremos en ese error que ya tiene consecuencias sobre nuestras propias vidas. Para entender qué significa ser señor, en esta otra cosmovisión occidental, podríamos reflexionar sobre la vida del Hijo de Dios entre nosotros, como hecho histórico. Es un Señor de Vida, Fiel en su Amor hacia su Creación, Señor que dialoga, que nos creó con libre albedrío y por tanto responsables, que nos comprende en nuestra esencia. Las culturas originarias americanas coinciden con la visión creacionista occidental en que la Creación es un acto sagrado de Dios. Coinciden todas esas culturas originarias en que “la Creación se hizo para ser espacio de oración.” (Ratzinger, J. 2001. En el Principio Creó Dios). Que en palabras de la modernidad significan espacios de respeto y convivencia. La Creación como acto de Amor mutuo. “Todos los pueblos (y sus culturas) han sido sabedores de esto. He constatado siempre cómo en las grandes tradiciones de los pueblos perdura una profunda unidad con la Fe bíblica (milenaria también como las americanas). . . El peligro existente en nuestras civilizaciones técnicas consiste hoy en que nos hemos apartado de este saber original. . . (lo que) nos impide escuchar el mensaje de la Creación.” (Ratzinger, J. 2001. En el Principio Creó Dios). Y lo que nos aleja de hacer ciudades que respeten los saberes y patrimonios culturales, históricos y naturales de sus territorios.
La cultura de la modernidad, sabemos, tiene aún como característica la desacralización, mientras las culturas milenarias americanas y algunas occidentales plantean lo sagrado como parte de sus diseños de ciudades. De ello, queremos rescatar aquí: ¿Cuál es entonces nuestra tarea con la Creación?: “La tarea que dio Dios al ser humano es que debe cuidar del mundo como creatura de Dios, siguiendo el ritmo de la lógica de la Creación. . . Todos somos una humanidad, creada por Dios de la misma Tierra.” (Ratzinger, J. 2001. En el Principio Creó Dios). ¿Cuáles paradigmas necesitamos incorporar en el diseño de ciudades-verdes y la conservación de nuestros patrimonios? Es necesario que las gobernaciones y alcaldías piensen en ampliar sus paradigmas e incorporar estas visiones que promueven el cuidado de la tierra desde nuestras culturas y legados.
La Escuela debe asumir un rol protagónico, junto a la Familia, en crear experiencias de convivencia y cuidado. Las instancias gubernamentales también necesitan funcionar como guardianas de la Creación, del patrimonio cultural y natural. Promover su conocimiento para valorarlo. Nuestra ciudad, Mérida, es nuestra responsabilidad personal y colectiva. Hacer de la ciudad un jardín y que se respeten los bosques, parques nacionales, monumentos naturales que rodean las ciudades. Mérida, donde el Creador regó Lagunas a su paso, ríos de agua pura de la Sierra, espacio donde la pareja Arco Iris gusta pernoctar. Somos responsables de cada uno de los otros seres que comparten este hermoso espacio: de las caobas, araguaneyes y bucares, de sembrar sus semillas aladas; responsables de la presencia o no de nieve en la Sierra Nevada, los árboles de las plazas, la posibilidad de la neblina una tarde cualquiera, la presencia o no de los pájaros que nos cantan aún cada amanecer, los cóndor y osos frontinos que aún sobreviven, las lagunas y sus encantos; de los 4 ríos que surcan a Mérida de quienes depende nuestra vida; del frío merideño o sus ausencias, de los espacios públicos de concreto o adornados de arbustos y árboles, las construcciones de troles y centros comerciales a costa de los espacios verdes. Apreciar animales, árboles y plantas endémicos, recuperar las enseñanzas que nos ofrecen. Somos responsables de la solidaridad y el respeto hacia el otro.
Tenemos en Mérida Grupos de Rescate y Andinismo, la Facultad de Ciencias Forestales, Facultad de Arquitectura, Facultad de Humanidades, el legado invaluable de estudiosos como Pedro Durant y tantos otros, Ministerio del Ambiente, Inparques, Mintur, Ventel, Inpradem, Bomberos, la Tradición de pueblos indígenas de la región, Teólogos, innumerables personas e instituciones que pueden enriquecer el aprendizaje en escuelas y liceos. A su vez, Escuelas, Liceos, Universidades pueden profundizar actividades de apoyo a los entes gubernamentales para cuidar el regalo que El Creador nos ha dado en custodia.
Una alcaldía, una Gobernación, debe ser creadora de plazas y jardines, espacios culturales y de intercambio; formadora de consciencia, salvadora de árboles, diseñadora de ciudades-verdes y ciudadanos conscientes. Deben ser creadora de eco-urbanismos, bosques, escuelas-verdes; defensora de las culturas, el saber, las universidades y sus investigaciones; cuidadora de los ríos que bendicen sus ciudades; apoyo para los artistas, estudiantes, escritores, agricultores; colaborar con los mercados para que nuestros campesinos vendan sus cultivos. La gobernación, sus fundamentales instituciones públicas, las alcaldías de su estado, deben trabajar conjuntamente para promover los talentos de los seres humanos y promover las iniciativas de trabajo y servicios que sus ciudadanos pueden ofrecer para todos vivir mejor. Para que uniendo esfuerzos, competencias, y funciones, cuiden la Creación toda y sus seres, las ciudades, sus culturas y, sobre todo, a cada ciudadano, a cada ser humano.

Parte 2 de 2

Todos por una mejor ciudadaníaEl presente trabajo de la profesora Marlene Morales forma parte de una serie de artículos elaborados por el Grupo de Investigación sobre el Espacio Público (Gisep) de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes, en el marco del Proyecto “Revalorización de la identidad del merideño a partir de su cultura, espacios y vida ciudadana” que emprende en conjunto con la Empresa Venezolana de Teleféricos C.A.  (Ventel). El objetivo de esta iniciativa es contribuir a la formación de ciudadanía a través del enriquecimiento de la vida urbana de la ciudad de Mérida, mediante el desarrollo de actividades culturales y turísticas en sus espacios públicos.

Antier por Miguel Jaimes

Antier por Miguel Jaimes. Un hombre joven pone a tocar su rocola; parece extraño, inusual y conservador. En muchos de sus caminos ha encontrado notas, pero una en especial detiene su atención; esta escurría sobre el pie de dos caminos. Más tarde, ya muy viejo, dio a conocer aquellas envejecidas letras: Una dulce guía deambulaba de aquí para allá, iba hasta el río y de allí volaba hasta las colinas de unas rocosas montañas capaces de ver sólo por él. Mostraba hasta lo desconocido, pero apenas era un tripón para que alguien me le creyera y a muchos poder convencer, pero sin saberlo quedó atrapado en medio de aquellos dos caminos.
A partir de ahí son cosas de los buenos destinos los cuales le hicieron desaparecer por un instante, pero en verdad fue más de tres décadas y medias. Aquellos eran únicos caminos, aún están; por esos lados se pasa de páramos a montañas y aún se esconden las mismas piedras. Son impares las vías para llegar hasta los descendientes de algunos pueblos donde todos, por fuerza del aislamiento, eran familiares.
O te casabas con una prima, o te ibas porque no había de otra. Por eso todos estaban cruzados desde muchos años atras, incluso hasta quienes no nacieron por allá, pues a sus padres con algo de sensatez les daba miedo que sus hijos fueran sordos, mudos o lo peor, tarados.
Pero seguían siendo tan de allá que hasta decidieron los que nacieron por aquí con sus caras de andinos tristes o perdidos, al menos llamarse por sus mismos nombres. Pero allá una cosa es ser de Los Andes no importa de cuál pueblo vengas, siempre y cuando hayas usado ruanas, pantalones de kaki y alpargatas porque, por supuesto, todo eso es de andinos.
Pero cuando las cosas son afinadas, entonces las gentes de los mil pueblos parecen como una cosa aparte y a veces hasta raras expresiones tienen. Pero todo se consigue en los días de antier los cuales te descubren en una época apartada para alguien pero escogida desde dos caminos, a quienes le dieron vías distintas, pero siempre más de una. Quien camina por dos caminos encuentra las hojas de otros árboles.
Columna La Mucuy
lamucuyandina@gmail.com
@migueljaimes2
Skype: migueljaimes70