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lunes, 2 de junio de 2014

Antier por Miguel Jaimes

Antier por Miguel Jaimes. Un hombre joven pone a tocar su rocola; parece extraño, inusual y conservador. En muchos de sus caminos ha encontrado notas, pero una en especial detiene su atención; esta escurría sobre el pie de dos caminos. Más tarde, ya muy viejo, dio a conocer aquellas envejecidas letras: Una dulce guía deambulaba de aquí para allá, iba hasta el río y de allí volaba hasta las colinas de unas rocosas montañas capaces de ver sólo por él. Mostraba hasta lo desconocido, pero apenas era un tripón para que alguien me le creyera y a muchos poder convencer, pero sin saberlo quedó atrapado en medio de aquellos dos caminos.
A partir de ahí son cosas de los buenos destinos los cuales le hicieron desaparecer por un instante, pero en verdad fue más de tres décadas y medias. Aquellos eran únicos caminos, aún están; por esos lados se pasa de páramos a montañas y aún se esconden las mismas piedras. Son impares las vías para llegar hasta los descendientes de algunos pueblos donde todos, por fuerza del aislamiento, eran familiares.
O te casabas con una prima, o te ibas porque no había de otra. Por eso todos estaban cruzados desde muchos años atras, incluso hasta quienes no nacieron por allá, pues a sus padres con algo de sensatez les daba miedo que sus hijos fueran sordos, mudos o lo peor, tarados.
Pero seguían siendo tan de allá que hasta decidieron los que nacieron por aquí con sus caras de andinos tristes o perdidos, al menos llamarse por sus mismos nombres. Pero allá una cosa es ser de Los Andes no importa de cuál pueblo vengas, siempre y cuando hayas usado ruanas, pantalones de kaki y alpargatas porque, por supuesto, todo eso es de andinos.
Pero cuando las cosas son afinadas, entonces las gentes de los mil pueblos parecen como una cosa aparte y a veces hasta raras expresiones tienen. Pero todo se consigue en los días de antier los cuales te descubren en una época apartada para alguien pero escogida desde dos caminos, a quienes le dieron vías distintas, pero siempre más de una. Quien camina por dos caminos encuentra las hojas de otros árboles.
Columna La Mucuy
lamucuyandina@gmail.com
@migueljaimes2
Skype: migueljaimes70


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