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domingo, 25 de agosto de 2013

Escuela

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En el cumpleaños de mi sobrina y mi Madre.
Por Miguel Jaimes. Bajo un descomunal árbol de Campanita, Epifanía jugaba a ser ama de casa, mientras Hermes aguardaba descuidos prolongados para retratarla en la atención de sus pequeños niños de plástico, rodeados con ollitas repletas de hojas secas, cocidas sobre topias que semejaban fogones de abuelas pobres.
A diario escuchaban antiguos gritos de su hermana desde la casa de barro con bahareques y tapias desarmadas: “a bañarse, que ya es hora de ir a la escuela”, todos salían en carreras a esconderse, hasta la comelona gatica puypuy la cual hacia honor a un fastidioso zancudito, era un animal que expelía pelos como una cascada desordenada, gruñona, quejona y comía a toda hora, solo había que nombrarla y empezaban caricias con chillidos, solo detenidos con premura a riesgo de enfrentar alergias activadas con oler al desfigurado animal.
Era una gata obesa, engullía torturados ratones, caídos en la astucia de sus dientes, devorados por las fuerzas de sus garras.
Todo sucedió un día en que su dueña, una muchacha muy tranquilita llamada Victoria que no levantaba ni ideas en su pasar, heredera de su madre, otra señora aún más serena, aprendió a cocinar en la escuela y adobaba para su amenazado animal alimentos de engorde con los cuales acostumbró su sazón, esto nunca paró y como lo de ella era comer, engordo y creció del tamaño de un goloso.
Era común que Epifanía no quisiera asistir a ese lugar —la escuela— pues no la dejaban jugar, tenía que permanecer sentada, copiar y hablar cuando una señora extraña llamada maestra lo permitiera.
Era obligada a ser aseada y vestida, la arrastraban hasta el aula, al estar cerca el llanto brotaba como manantial, por eso las sabanas permanecían percudidas y bondadosos amigos la regresaban, pero en casa encontraba a su mama emberrinchada, amenazándola con llevarla al otro día y cumplía su promesa, acarreándola con una bolsita que intrigada, todos con mirarla arrancaban su respuesta: “esa es la medicina que llevo dobladita para que se quede en la escuelita”.

Columna La Mucuy 
Twitter: @migueljaimes2
Skipe: migueljaimes70

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