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domingo, 24 de marzo de 2013

Sicigia


Por Miguel Jaimes. Cuando la vida comienza las galaxias se alinean junto a dos planetas haciendo juego con la tierra, yendo arriba el sol y abajo la madre luna. Por eso se dan las conocidas sicigias entre el sol y la luna provocando extraños eclipses. También llega la luna llena de plenilunio y con la luna nueva el novilunio. Las montañas sentirán la agitación de los mares y el llamado será cada 25 horas en honor al nacimiento de Jesús. Este será justo el tiempo con su milésima parte donde la tierra y la luna darán otra vuelta como un intento por conocerse y enamorándose. Por eso estos dos astros llevan siglos lanzándose flores y esculpiéndose suspiros. Pero la luna tardará en dar todo su ciclo alrededor de la tierra 27 días con siete horas y 43 minutos para obsequiarnos sus cuatro fases: nueva, creciente, llena y cuarto menguante. Este es el llamado lanzado a los seres humanos para que en lo alto de las montañas justo en la cabecera de la Sierra Nevada vayan y vean lo que es la prueba del oso que es la del amor. En los rincones de La Mucuy están soplando vientos rescatados desde mareas con frecuencias pleas y bajas que ya no serán ausentes. Las desigualdades diurnas de los ríos acompañarán las coincidencias de un sol que alumbrará a toda velocidad. Mientras las recientes orbitas del hemisferio sur estarán alejadas del sol, esto será conocido como el afelio.
Entonces el verano vendrá del norte y también estará alejado de los sueños que recién se calientan, pero después regresarán justo cuando anuncien la llegada del solsticio de la canícula, será cuando se rebase la plena mitad de un año sorprendido entre el riesgo de sueños y deseos. Atrás se quedarán los meses del fin de un ciclo donde se presentaron los alejados hemisferios del norte y los recibiría el saludo del sur conocido como el solsticio del perihelio. Así el equinoccio de marzo dejará caer lazos de hilvanados rayos sobre un Ecuador no tan distante de nuevas posiciones que vendrán cercanas al sol y la tierra con la espera de Venus.
La Mucuy 
lamucuyandina@gmail.com

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